Importancia de la higiene bucal
El cepillado dental es la principal herramienta para evitar las enfermedades bucales en niños con necesidades especiales. Sin embargo, cuando un niño ve mermada su capacidad para poder realizar tareas básicas como alimentarse, vestirse o comunicarse, la higiene oral se convierte en una tarea difícil. Por otro lado, sin una adecuada higiene bucal, el niño es vulnerable a la caries y a la enfermedad de las encías (gingivitis), lo cual agrava su cuadro de salud general.
Posiciones para el cepillado dental
- Silla de ruedas: colócate detrás de la silla, sujeta la cabeza del niño y presiónala suavemente contra tu cuerpo o contra la propia silla de ruedas. Asimismo, te puedes sentar tras la silla de ruedas, colocar el freno e inclinar la silla sobre tu regazo.
- Sentados en el suelo: con el niño en el suelo, colócate detrás de él e inclina la cabeza contra tus rodillas. Si no coopera, puedes sentarte con las piernas estiradas y colocar tus piernas alrededor de sus brazos para inmovilizarlos.
- Acostados en el suelo: acuesta al niño en el suelo con su cabeza sobre una almohada, arrodíllate por detrás de su cabeza y sosténsela.
- Sobre una cama: coloca al niño acostado con la cabeza sobre tu regazo, sujétasela. Si el niño no coopera, otra persona puede sujetar sus brazos y piernas.
Técnica para la higiene bucal
Colocar las cerdas del cepillo en un ángulo de 45º con respecto a la encía. Hacer presión moderada y realizar pequeños movimientos circulares sobre la encía, como un masaje. Recolocar el cepillo verticalmente y cepillar los dientes superiores hacia abajo y los inferiores hacia arriba en un movimiento de barrido; por dentro y por fuera. Terminar por las superficies masticatorias, con diez pasadas por cada zona. Por último, cepillar la lengua. Para niños que no cooperan para abrir la boca se puede colocar un abrebocas, que debe ser de un material flexible, preferentemente silicona.
A menudo, el niño puede participar en la adaptación creativa de las herramientas. Existen varias formas de adaptar un cepillo para mejorar la técnica y fomentar la participación del niño, en caso de que quiera colaborar:
- Sujetar el cepillo a la mano del niño mediante una banda elástica.
- Doblar el mango del cepillo (con agua caliente de la llave sobre el mango).
- Para niños incapaces de levantar manos o brazos, se puede alargar el mango del cepillo con una regla o una cuchara de madera.
Uso del hilo dental
Como el cepillo dental no llega a limpiar las zonas entre diente y diente, es importante el uso del hilo dental, sobretodo en niños con déficits motores. Esta tarea se ve facilitada con el uso de sujetadores de hilo, arcos dentales o flossers. Los flossers se deben pasar suavemente entre los molares hasta llegar a la encía, apoyándose siempre sobre el diente. Idealmente, se deben pasar cada noche después de la cena y antes del cepillado dental, para que el niño duerma con la boca limpia.